Martín, Amigo mío.

        Vagaba yo por la ciudad como tantas veces aquel día. Agobiado, me interné por apartados barrios al caer la tarde. Los faroles comenzaban a encenderse pálidos, en las calles aún no oscuras del todo, provocando en mí sensaciones próximas al miedo que nos agita en sueños. Con pasos inseguros, creyendo andar[…]

José María Arguedas: Impensabilidad, violencia y desentendimiento

José María Arguedas: Impensabilidad, violencia y desentendimiento “El Kutu en un extremo y yo en otro. El quizá habrá olvidado; está en su elemento, en un pueblecito tranquilo, aunque maula, será el mejor novillero, el mejor amansador de potrancas, y le respetarán los comuneros. Mientras yo, aquí, vivo amargado y pálido, como un animal de[…]

Para Claudia, el mar.

  “Para el pájaro el nido, para la araña su tela, para el hombre la amistad” William Blake Se detuvo. Titubeó. Caminó improvisadamente y también más tarde con decisión de avezado comprador. Volvió a detenerse, ahora casi en el centro mismo de la vorágine en que se hallaba. Miró con detención e insistencia. Escalas mecánicas[…]