Martín, Amigo mío.
Vagaba yo por la ciudad como tantas veces aquel día. Agobiado, me interné por apartados barrios al caer la tarde. Los faroles comenzaban a encenderse pálidos, en las calles aún no oscuras del todo, provocando en mí sensaciones próximas al miedo que nos agita en sueños. Con pasos inseguros, creyendo andar[…]