Nunca sabremos a ciencia cierta quién realmente hubiese sido Klaus Nomi para la historia de la música pop, ya que sin ni siquiera comenzar una carrera formal en la escena musical, el hasta ese entonces completamente desconocido HIV, terminó con su vida en 1983.
Klaus Nomi, oriundo de un pequeño pueblo de Alemania, se mudó a Nueva York a finales de los setenta para iniciar una carrera artística basándose en su casi increíble registro vocal, adquirido tanto en forma autodidacta como por una corta temporada en la opera que lo dejo insatisfecho. Su registro iba desde un barítono a soprano; talento que desconcertó a sus maestros en Alemania, que no sabían que hacer con él y que dejaba perplejo a su audiencia en cada presentación, quienes se preguntaban si era realmente Klaus Nomi o una grabación.
Por aquel entonces, la música disco estaba comenzando a ser destronada por nuevos sonidos basados en su totalidad por la electrónica. En New York los emergentes grupos denominados New Wave, o New Romantics representados por bandas como los Talking Heads, Blondie o los mismísimos The Ramones, iniciaban una fructífera carrera musical Se notaba un fuerte cambio en el ambiente, la escena oficial liderada por los Bee Gees, Gloria Gaynor o la “diosa” Donna Summer, sucumbían ante una escena alternativa completamente contestataria: En vano fue el guiño de Summer al tecno pop con su tema “I feel love”de la mano de Giorgio Moroder, ya que nunca pudo deshacerse de su etiqueta “Disco”.
En síntesis el panorama estaba cambiando radicalmente y en ese cambio apareció un personaje muy especial que olfateo de una manera muy especial la oportunidad de innovar en los ochenta con su arte, quizás de una forma paralela a lo que estaba surgiendo ya que las posturas eran: muy sarcásticas, The Ramones o Devo, muy alternativas, The Residents, muy cerebrales, Talking Heads, o muy festivas, B 52’s.
Sin embargo, aparece este individuo desconocido, no americano y ni muy joven que plantea un esquema muy personal. No es Punk ni New Romantic ni trata de salvar la onda disco.
Nomi se instala en el barrio East Village de New York tratando de llevar a cabo su sueño de convertirse en cantante pop, pero dentro de su estilo. Klaus Sperber, era las 24 horas del día Klaus Nomi tanto así que se paseaba con sus trajes espaciales de plástico y maquillado por las calles de Manhattan. De ahí que lo contrataran en la tienda Fiorucci, visitada por el también extravagante Warhol, para trabajar como modelo.
Lo de Nomi era una mezcla futurista de música y performance. Su música era un pop operístico que mezclaba covers de música pop con mucho sintetizador y guitarra con opera y teatro, estilo Kabuki, en síntesis muy ecléctico para el gusto masivo. Sus representaciones comenzaban con una cortina de humo de la cual aparecía Nomi con sus trajes espaciales, su cara pintada con una extraña mezcla de mimo y clown, cantando un aria a capella la cual terminaba con un fuerte ruido de explosión y los acordes de una banda que sonaba detrás del escenario. Llamaba tanto la atención que sus presentaciones en pequeños clubes tales como Xenon o the Mudd eran aplaudidos por una gran multitud que quedaba perpleja por su excelente calidad vocal, tanto que al terminar sus casi cuarenta minutos de show, todos se quedaban en silencio preguntándose qué había sido eso para terminar aplaudiendo a rabiar.
La fama de sus extraños espectáculos se expandió rápidamente por New York que hasta fue invitado por David Bowie para una presentación de este en TV para el famoso programa Saturday Night Live.y que sin lugar a dudas el estilo Nomi marcó a Bowie en el video”Ashes to ashes”.Sin ir más lejos, según testigos, el traje de Bowie aquella noche en el programa fue diseñado y prestado por el mismo Klaus Nomi.
Nomi, dejo al mundo con gusto a poco, con la sensación de algo trunco a pesar de tener casi cuarenta años, solo nos deja dos álbumes más unas recopilaciones que son para algunos objetos de culto. Sin embargo, el logro de Nomi no iba por la parte estrictamente de creación musical en el amplio sentido de la palbra . Esto debido a su gran trabajo con covers. Su fuerte era sin lugar a dudas la parte interpretativa que partía por su notable registro vocal, el cual iba acompañado de una performance, en la que él era algo así como un visitante interplanetario. Basta ver sus videos, precursores de la era MTV. Por otro lado, logró fusionar el pop liviano con dos elementos muy ajenos como son los elementos operísticos y el legado del tecno duro alemán, representado por la escuela Kraftwerk.
Lo más contradictorio de todo es saber que a pesar de desarrollar su corta carrera en New York, Klaus Nomi es casi un desconocido en los Estados Unidos y que los aun seguidores de él son japoneses y alemanes.
Finalmente, escuchar a Klaus Nomi es aun después de mucho tiempo, descubrir cosas nuevas en su obra, más allá de que hoy sea fácil encasillarlo como New Wave, pero al situar ese sonido en el año 80 y relacionarlo con el personaje detrás, se descubre que hubo riesgo. Klaus Nomi asumió un carácter casi quijotesco,en síntesis hubo creatividad. Si no fuera así, quién podría explicar que su leve impacto en la escena underground casi 25 años atrás aun atraiga miradas y muchas opiniones, además de una película.
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